Una calle al Pintor José Jiménez Aranda

Qué bonito es pasear por calles cuyos nombres rinden homenaje a personalidades de las artes con las que la ciudad ha guardado algún tipo de relación a lo largo de su historia. Bajo mi punto de vista, no sólo engrandece su pasado, a su vez, es fuente de cultura y en estos casos, la tarea divulgativa que supone adquiere un valor incalculable.

Saco este tema a colación por el artículo que escribí sobre la pintura ‘El Guardacantón’ de José Jiménez Aranda hace ya varios meses. Investigar sobre su vida me hizo recapacitar sobre la siguiente cuestión: ¿Por qué en Jerez no hay una calle que lleve su nombre?. Propongo; ‘Pintor José Jiménez Aranda’, tampoco ha sido muy complicado… el por qué – lo difícil, lo fundamental – ya ha sido vivido.

Nace en Sevilla en 1837 y se especializa en pintura de género Romántico. En 1867 se traslada a Jerez tras recibir el encargo de diseñar las vidrieras para la iglesia de San Miguel. Durante su etapa jerezana, estrecha lazos con la emergente burguesía bodeguera de la ciudad, realizando numerosos encargos para las familias más importantes.

Logra en vida un gran reconocimiento por parte de la crítica. Mención honorífica en las Nacionales de Bellas Artes de 1864 y 1866; Dos terceras medallas en las ediciones de 1871 y 1878; Medalla de honor en la Internacional de Múnich de 1883; Primera medalla de la Nacional de Bellas Artes de 1890; Comendador de la Orden de Isabel la Católica; Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos; Profesor y presidente de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría… Joaquín Sorolla lo calificaría como «gran maestro en pintura», ni más ni menos.

La calidad de la obra que tenemos en nuestra ciudad es motivo, más que suficiente, para contar con una placa o nombre de calle, al menos eso es lo que creo.

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